Teaching Mission Translations
S-Athena041005ProgressGroup_Recobrando la Habilidad de Amar
Distrito de Illawarra, Australia,
4 de octubre, 2005.
Facilitador Intermedio Desconocido.
Athena, Artesana Celestial.
Tema: "Recobrando la Habilidad de Amar."
Recibido por George Barnard.
Intermedio: "Yo facilitaré aquí, mi hermano, mientras los otros que tú conoces muy bien estén reunidos o en discusiones o están ocupados de alguna otra manera. Nos complementaremos bien en esta conexión, ya que tú has conocido a los otros miembros desde hace muchos años.
Athena: "George, esta es Athena, quien por el Poder de Dios vive una vida productiva, por la Gracia de Dios es permitida de llevar a cabo el papel co-creativo de su elección, por el Amor de Dios está asignada a ti, y encuentra que esto no es una imposición . . .
"Sí, sonríe, ríete, mi amigo, y extiéndete hacia mí, así como yo me extiendo hacia ti. Estamos listos aquí. Mi estudiante mortal ha estructurado su mente y está ansioso por comenzar.
"¡Oh, qué mundo en el que vives! Qué planeta, personas y una plétora de recelos del miedo y la avaricia, y hermanos hambrientos de amor que no comprenden las metas de la vida eterna, porque no comprenden el Amor del Padre.
"Lo que para ustedes es una vida inimaginable, nosotros la llevamos, la de ser permitido de madurar a nuestro propio ritmo, felizmente, juguetonamente, siempre cuidados e incentivados, sin ser forzados a la auto-suficiencia o al ‘ve y hazlo’ por el propósito de independencia y alejarnos del hogar paternal tan pronto sea práctico, ¡no! Nosotros teníamos respeto, éramos muy bien aconsejados sobre un adecuado compañero(a) para toda la vida por aquellos que veían el futuro de manera tan clara como si hubiera sido el ayer, por nuestros grandes espiritualizados ancianos y padres y llevábamos vidas de amorosa co-dependencia, vidas normales. Y el Amor otorgado por Dios se mantenía a través de estas asociaciones, matrimonies, si así lo prefieres—unión de tu elección, celebración, planeamiento infinito en el Amor interminable de nuestro Padre.
"Ustedes hermanos de Urantia tienen mucho que aprender acerca de recobrar la habilidad de amar, comprendiendo su pérdida en primer lugar, y pidiéndole al Padre que rellene lo que han perdido; Su Incondicional, Todo-Impregnado Amor.
"Mira esto ahora, mi diligente estudiante, cuando tú estabas allí en la vieja sala de conferencias, ¡también Yo estaba allí! Ahora está en ti, cuando te abrazo y paso el Amor del Padre a ti y a todos los que me escucharán. Adiós, querido hermano."
George: "Ahora lo veo. Gracias, Hermana."
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El profesor Richards daba una conferencia en psicología y sexualidad humana. También era un médico practicante y ginecólogo. No disfruté grandemente de sus conferencias que eran simplemente de manera obligatoria en mi tendencia a escoger, pero tampoco no estaba sujeto a ningún examen final.
Richards era un gran intelecto, tajante hasta el punto de ser grosero y a veces humillando a nuestras colegas femeninas y co-estudiantes. Yo estaba determinado a aprender de él lo que pudiera sin emular su manera de ser. También era un ateísta declarado. Solamente más tarde llegaría a apreciar muchísimo lo que había aprendido de él.
Richards tenía a su disposición información relevante casi ilimitada, y de tema interesante estaba su trabajo e investigación personal acerca de la habilidad de las personas de amar y la pérdida de lo mismo.
Valientemente dicho, el profesor ha mencionado que barriles llenos de cuestionarios debidamente rellenados prueban que el número de compañeros que uno pudo haber tenido estaba inversamente relacionado a la habilidad de uno de poder sostener amor, y para el tiempo que han habido 10 compañeros, ambos hombres y mujeres habían perdido todo lo que ellos una vez tuvieron.
En este proceso, Richards alegó que la capacidad innata (genético) y la necesidad de amar lentamente girarían hacia una ‘cruda’ puramente atracción física, pero que este giro o alejamiento lento sobre el respeto por la personalidad, el humor, las cosas en común y otras metas de la pareja, sería tan lento e insidioso que pasaría inadvertido para aquel individuo. En muchos casos se hace obvio para los de fuera y para las mismas parejas.
Cuando le preguntaron cómo uno podía superar la pérdida sobre la habilidad de amar, el profesor indico, "Pídele a tu Dios que te lo devuelva." Él no estaba interesado, pero probablemente nunca supo la verdad que transmitió en su comentario, a través de muchos años, muchos de mis pacientes pedían que una vez mas se les concediera la habilidad de amar, y una vez se les otorgaba ese Regalo, cuán importante que no puede ser medido.
Traducido por Loyda Mira.
© Grupo de Progreso 11:11.
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